Seguiré emparejando papeles, datos y sentimientos, para preparar a la tripulación antes de la próxima salida a nuevos mares, donde ahora han aparecido nuevas fragatas, estas mas sofisticadas y hasta retorcidas, además de más peligrosas. Se trata de quienes llevan bandera de la alianza, pero que nos llevan sin querer, ni poderse resistir a mal puerto, como la del “recorte”, la del “desahucio”, “lo antipublico”, y otras más que aun no sabemos claramente su identidad o marca, ni grupos de interés afectado, pero si sus seguros y negativos efectos.
Pronto deberemos zarpar de este maravilloso mar para adentrarnos y navegar en otros mares menos tranquilos y seguros, nos debemos a la causa y sabemos de buena tinta que por ahí están unos piratas que saquean pueblos y barcos, que abusan de la confianza y generosidad de sus gentes y que los encadenan para servirles toda una vida, además les privan de los mínimos derechos de cualquier ser, sus casas, salud, educación y en algunos casos hasta su dignidad y honorabilidad.
Pero antes de echarnos a la mar y para estar atentos y ser diligentes, y sobre todo para podernos enfrentar a esos barbaros, que no pareciéndolos se comportan como los antiguos bucaneros, deberemos repasar nuestras notas del ultimo viaje, del cual ahora estamos descansando y del que debemos sacar nuestras experiencias y conclusiones, de cara a plantificar la nueva hoja de ruta hacia un mundo mejor.
Primeramente, deberemos conocer a nuestros enemigos, los declarados y que lucen bandera corsaria y aquellos que no lo parecen y sin embargo en cuanto pueden nos abordan y se quedan con lo poco que teníamos fruto de nuestro trabajo y esfuerzo de toda una vida, además de dañarnos moralmente, pues nos hurtan la dignidad, la ilusión y esperanza en un mundo mejor.
Repasando nuestras anotaciones, sabemos de las embarcaciones con bandera de la “enfermedad”, de la del “mal trato”, de la “pobreza”, pero además sabemos de otras que sin símbolos claros o banderín aliado, también se dedican al saqueo económico y/o emocional de nuestro pueblo.
Pronto deberemos zarpar de este maravilloso mar para adentrarnos y navegar en otros mares menos tranquilos y seguros, nos debemos a la causa y sabemos de buena tinta que por ahí están unos piratas que saquean pueblos y barcos, que abusan de la confianza y generosidad de sus gentes y que los encadenan para servirles toda una vida, además les privan de los mínimos derechos de cualquier ser, sus casas, salud, educación y en algunos casos hasta su dignidad y honorabilidad.
Pero antes de echarnos a la mar y para estar atentos y ser diligentes, y sobre todo para podernos enfrentar a esos barbaros, que no pareciéndolos se comportan como los antiguos bucaneros, deberemos repasar nuestras notas del ultimo viaje, del cual ahora estamos descansando y del que debemos sacar nuestras experiencias y conclusiones, de cara a plantificar la nueva hoja de ruta hacia un mundo mejor.
Primeramente, deberemos conocer a nuestros enemigos, los declarados y que lucen bandera corsaria y aquellos que no lo parecen y sin embargo en cuanto pueden nos abordan y se quedan con lo poco que teníamos fruto de nuestro trabajo y esfuerzo de toda una vida, además de dañarnos moralmente, pues nos hurtan la dignidad, la ilusión y esperanza en un mundo mejor.
Repasando nuestras anotaciones, sabemos de las embarcaciones con bandera de la “enfermedad”, de la del “mal trato”, de la “pobreza”, pero además sabemos de otras que sin símbolos claros o banderín aliado, también se dedican al saqueo económico y/o emocional de nuestro pueblo.
Veamos, aquí veo datos sobre algunas batallas libradas contra “la enfermedad” y “el mal trato”, que no pudimos ganar, por lo cual el enemigo seguirá vigilante y presto a volver a atacarnos sin contemplaciones, ni piedad, solamente para hacernos daño y retrasar la victoria de la buena gente sobre el mal, porque deberemos vencer para dejar a nuestros descendientes un mundo mejor, mas justo, libre y solidario.
Que así sea.
Pronto deberemos zarpar de este maravilloso mar para adentrarnos y navegar en otros mares menos tranquilos y seguros, nos debemos a la causa y sabemos de buena tinta que por ahí están unos piratas que saquean pueblos y barcos, que abusan de la confianza y generosidad de sus gentes y que los encadenan para servirles toda una vida, además les privan de los mínimos derechos de cualquier ser, sus casas, salud, educación y en algunos casos hasta su dignidad y honorabilidad.
Pero antes de echarnos a la mar y para estar atentos y ser diligentes, y sobre todo para podernos enfrentar a esos barbaros, que no pareciéndolos se comportan como los antiguos bucaneros, deberemos repasar nuestras notas del ultimo viaje, del cual ahora estamos descansando y del que debemos sacar nuestras experiencias y conclusiones, de cara a plantificar la nueva hoja de ruta hacia un mundo mejor.
Primeramente, deberemos conocer a nuestros enemigos, los declarados y que lucen bandera corsaria y aquellos que no lo parecen y sin embargo en cuanto pueden nos abordan y se quedan con lo poco que teníamos fruto de nuestro trabajo y esfuerzo de toda una vida, además de dañarnos moralmente, pues nos hurtan la dignidad, la ilusión y esperanza en un mundo mejor.
Repasando nuestras anotaciones, sabemos de las embarcaciones con bandera de la “enfermedad”, de la del “mal trato”, de la “pobreza”, pero además sabemos de otras que sin símbolos claros o banderín aliado, también se dedican al saqueo económico y/o emocional de nuestro pueblo.
Pronto deberemos zarpar de este maravilloso mar para adentrarnos y navegar en otros mares menos tranquilos y seguros, nos debemos a la causa y sabemos de buena tinta que por ahí están unos piratas que saquean pueblos y barcos, que abusan de la confianza y generosidad de sus gentes y que los encadenan para servirles toda una vida, además les privan de los mínimos derechos de cualquier ser, sus casas, salud, educación y en algunos casos hasta su dignidad y honorabilidad.
Pero antes de echarnos a la mar y para estar atentos y ser diligentes, y sobre todo para podernos enfrentar a esos barbaros, que no pareciéndolos se comportan como los antiguos bucaneros, deberemos repasar nuestras notas del ultimo viaje, del cual ahora estamos descansando y del que debemos sacar nuestras experiencias y conclusiones, de cara a plantificar la nueva hoja de ruta hacia un mundo mejor.
Primeramente, deberemos conocer a nuestros enemigos, los declarados y que lucen bandera corsaria y aquellos que no lo parecen y sin embargo en cuanto pueden nos abordan y se quedan con lo poco que teníamos fruto de nuestro trabajo y esfuerzo de toda una vida, además de dañarnos moralmente, pues nos hurtan la dignidad, la ilusión y esperanza en un mundo mejor.
Repasando nuestras anotaciones, sabemos de las embarcaciones con bandera de la “enfermedad”, de la del “mal trato”, de la “pobreza”, pero además sabemos de otras que sin símbolos claros o banderín aliado, también se dedican al saqueo económico y/o emocional de nuestro pueblo.
Veamos, aquí veo datos sobre algunas batallas libradas contra “la enfermedad” y “el mal trato”, que no pudimos ganar, por lo cual el enemigo seguirá vigilante y presto a volver a atacarnos sin contemplaciones, ni piedad, solamente para hacernos daño y retrasar la victoria de la buena gente sobre el mal, porque deberemos vencer para dejar a nuestros descendientes un mundo mejor, mas justo, libre y solidario.
Que así sea.
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